Consejos

RECOGERLO EN CASO DE LLUVIA:

Los toldos son para el sol, no para la lluvia, y aunque tienen lo que se llama ‘columna de agua’, es decir, una capa de impermeabilizante por donde resbala el agua, en caso de estancamiento por bolsa llega a calar. Lo mismo se puede decir cuando haya vientos fuertes ya que los brazos se desnivelan y la lona se deforma.

NUNCA ENROLLAR UN TOLDO MIENTRAS ESTE HUMEDO:

Si por fuerza mayor tuviera que hacerlo, desplegarlo a la primera ocasión posible y esperar a que la lona se seque completamente. Esto es importante porque aunque las lonas tienen un tratamiento antiputrefación, siempre hay peligro por culpa de partículas o poluciones atmosféricas que si que son putrescibles.

LIMPIEZA:

Desempolvar el toldo, que debe estar seco, lo mas completamente posible, a fin de eliminar todas las partículas de la superficie ya sea por aspiración o cepillado. Esto se puede hacer cada seis meses. Para limpiar, hacerlo con agua
tibia -NUNCA CALIENTE- mediante un regado y cepillado simultaneo.

MANCHAS:

Para las manchas dejadas por los dedos o las de grasa utilizar un tampón con disolvente (tricloroetileno). Para manchas acuosas, limpiar, al máximo, con una esponja y frotar con un paño húmedo. NUNCA UTILICE DETERGENTES NI PRODUCTOS QUÍMICOS NO RECOMENDADOS.